El cerebro humano es una máquina orgánica: necesita recargar su batería, organizar los datos almacenados y darle mantenimiento a su memoria si quiere mantener un alto rendimiento de manera constante. Esta es la razón por la que muchas empresas de todo el mundo están descubriendo que, al igual que el equipamiento de sus oficinas con la tecnología más reciente, también necesitan proporcionar un entorno de trabajo proactivo adaptado a las necesidades ergonómicas de su personal si desean mejorar los niveles de eficiencia.
Este concepto para impulsar la productividad, que podría incluir restringir su propio acceso personal a Internet o programar su día de manera táctica, no es un concepto nuevo. Sin embargo, estas estrategias de administración son casi completamente individuales y, por lo tanto, deben implementarlas los trabajadores en lugar de las empresas.
Para los gerentes, motivar estas tácticas de eficiencia en el lugar de trabajo involucra el análisis a fondo de la psique y la transformación de la cultura organizacional por completo.
El costo de una cultura negativa
Los días de ambientes de oficina bajo presión están llegando a su fin, a medida que las empresas se dan cuenta de que estos factores de estrés son menos motivadores de lo que alguna vez se creyó. Si bien la presión puede llevar al personal a que trabaje más a corto plazo, la salud y la satisfacción se ven afectadas drásticamente a largo plazo.
La revista de investigación Harvard Business Review destaca que las empresas estadounidenses descubrieron que, en los ambientes con mucha presión, el índice de gasto en salud es un 50 % mayor, con un gasto de $ 500 millones al año en enfermedades relacionadas con el estrés (acompañado del resultante ausentismo). Asimismo, hay un 60 % más de probabilidad de que los trabajadores indiferentes cometan errores, lo que podría significar demandas costosas en pólizas de responsabilidad.
Fraternizar en el lugar de trabajo puede aumentar la lealtad
Las relaciones entre colegas, así como el cuidado y la generosidad que las acompaña, son uno de los factores determinantes de una cultura organizacional positiva. Se ha demostrado que las conexiones sociales en el lugar de trabajo reducen el número de días por enfermedad que se toman los empleados e, incluso, aumentan la retención de información y la memoria.
El perdón y la empatía generan lealtad y participación
Además de las relaciones personales, los equipos directivos están en la posición ideal para generar ambientes laborales positivos y de respeto que han demostrado aumentar la productividad. El comportamiento poco amable ha sido relacionado con emociones negativas en los empleados, lo que puede durar hasta un año después del incidente. La publicación Leadership Quarterly realizó un estudio sobre imágenes cerebrales que demostró cómo los trabajadores siguieron sintiendo negatividad y evasión cuando se les pidió recordar a antiguos jefes desagradables. Por otra parte, los gerentes que muestran empatía y desempeñan un papel como tutores en sus equipos ayudan a generar lealtad a través del establecimiento de relaciones laborales positivas.
Los espacios seguros pueden impulsar el rendimiento
Es más probable que la preservación de una cultura organizacional abierta que impulsa el debate aumente la creatividad y la innovación. Lo anterior equivale a reservar tiempo durante las reuniones para sesiones de lluvias de ideas entre el equipo y reducir los miedos a consecuencias negativas. Los miembros del personal se sienten cómodos al solicitar asistencia, preguntar sobre tareas y hablar sobre problemas con la gerencia.
Las horas de descanso son igual de importantes que las "horas de trabajo"
No importa qué tan positivo sea el ambiente laboral, el cuerpo y la mente humanas tienen sus limitaciones. Hay estudios que han demostrado que mejora la productividad cuando los trabajadores se concentran durante 52 minutos antes de tomarse un descanso de 17 minutos, de preferencia, lejos de su pantalla. Una investigación de la aplicación de productividad DeskTime descubrió que los empleados que siguieron este patrón elevaron su productividad en un 10 %. Asimismo, un estudio de 1999 en la Universidad Cornell pronosticó esta sugerencia al demostrar que los trabajadores que recibieron notificaciones que les aconsejaban tomarse un descanso elevaron su productividad en un 13 % más que sus colegas.
Para desempeñar sus funciones al máximo, los empleados necesitan un ambiente abierto y honesto en el que no se base en la presión. Necesitan sentirse lo suficientemente cómodos para innovar y tener relaciones favorables con sus colegas y el equipo gerencial. Asimismo, es necesario tomarse descansos frecuentes durante todo el día, incluso si algunos de esos lapsos se dedica a hojear periódicos o escuchar un podcast.
